Los partidos políticos hoy – José Antonio Estefan Garfias

0

Hoy por hoy, en la política mexicana, estamos viendo sucesos que nadie imaginaría décadas atrás.

Desde que tengo uso de razón política, (esto es hace aproximadamente 50 años), nunca había visto una crisis de partidos políticos como la que vivimos hoy. ¡Ninguno se salva!

Lo mismo podemos criticar al PAN, que, al PRI, que, al PRD, o al PT, o al verde y no se diga a MC, sin excluir al mismísimo Morena. Y si de la utilización de la palabra partido hablamos, está únicamente se acomoda a que todos traen el corazón partido.

Sin ningún recato o mínima vergüenza, en pleno año electoral, unos cambian de color, como cambiar de calcetines. Sin importar trayectorias, edades o desaciertos de personajes del pasado se da vida a muertos vivientes zombies o momias. Todo por obtener un espacio electoral que garantice continuidad a carreras políticas que en muchos casos se habían terminado desde hace años.

Parecería que el sistema de partidos ya no tiene sentido. Que ninguno mantiene sus principios y valores ideológicos y su proyecto de país. Y lo único que prevalece en actores del pasado es seguir sentados ocupando un escaño, una curul o instalándose en un ayuntamiento, sin una representación popular y sin ser una voz, de los de sin voz, para que a gritos piden un mejor México para todos.

Y para mis críticos diré que en su momento, como lo saben, cambié de partido y sin justificarme lo hice porque los caciques de la nomenclatura del partido al que pertenecía, únicamente

se centraban en cerrar el paso a nuevas ideas o acallar voces discordantes que no se sometían a su decisión o a sus personales intereses.

Desde ese tiempo ya se veía a una institución política decadente, corrupta y aliada de intereses económicos nacionales y extranjeros, olvidándose de representar a la base social.

Hoy la historia me da la razón y quienes esperaron hasta el final para saltar del barco llegan tarde a un vergonzoso lugar en la fila de otros partidos que al igual comienzan a mostrar signos de obsolescencia, decadencia y desintegración. El virus se ha instalado en todas las franquicias. Parecería que hoy el sinónimo de partido político es el de trampolín de intereses inconfesables.

Creo que está llegando el momento en que la mayoría de los mexicanos nos ponemos a pensar si debemos seguir confiando nuestro voto a cualquiera de esos logos que aparecen hoy por todos lados. Pero también debo aceptar que no tenemos de otra, ya que nuestro marco constitucional en materia electoral nos instala en un sistema de partidos que si bien da opción a candidaturas independientes estas se sujetan a un menú de requisitos que las hacen inviables.

Algo se tiene que hacer en el futuro, para que esa “aparente democracia interna”, no sea justificación para pelear posiciones inmerecidas, cuotas de grupos, inconsistente migración de personajes desgastados, agandalle de candidaturas o ciega y sumisa obediencia.

No lo digo sin fundamento. Solo hay que ver cómo se integran las listas de candidatos de todos los partidos. La calidad, capacidad y antecedentes de los incluidos o incluidas.

Aquí algunos recientes ejemplos de cómo está la cosa.

Antier en sesión del consejo electoral representantes del PT y del PRD, se enfrascaron en una discusión de quién era más izquierdista y dejaron ver claramente que ninguno de esas dos instituciones tiene del todo una historia consistente al respecto

La lista presentada por el PAN al congreso, no dejó satisfechos a los militantes. Ven más de lo mismo. Esto que generó emerger nuevamente la diferencia de un expresidente y la dirigencia de su partido.

Qué decir del PRI, que, bajo el principio del retorno de los brujos, se agandallo posiciones por la cúpula dejando fuera a militantes y operadores de abajo y esto está provocando desprendimientos diariamente en todos los estados del país.

O MC, cuya selección del candidato a la presidencia de la República dividió la institución en 3. La dirigencia formal, el grupo Jalisco y el grupo Nuevo León.

El verde, que, por su forma de proceder políticamente, acepta políticos cuya vida activa se ha agotado.

El PT por su parte bajo su proclama de 100% obradorista, no tiene recatos en exigir espacios en Morena que no le corresponden, pero si no se cede abren la posibilidad de

traicionar su participación en la coalición. Como en reiteradas ocasiones lo ha hecho en el pasado.

En Morena, como ya lo he mencionado, la lucha interna de grupos o tribus, siempre será un riesgo que tienen que cuidar y conciliar muy bien, así como la selección de los mejores cuadros. Pero aquí, quiero acotar que hay varias cosas que le dan fortaleza en esta elección

Tienen un líder que mantiene rectoría en la conducción de su movimiento.

Las encuestas le dan el triunfo en la presidencia y en buena parte de curules, escaños y ayuntamientos. Y esto es como una colmena para las abejas. Todos quieren estar ahí.

La fortaleza política del movimiento ha resquebrajado la solidez y unidad de los opositores.

La ventaja de trabajar una elección nacional territorialmente hablando, pues cuentan con el gobierno de la República 22 gobiernos estatales, e infinidad de municipios y alcaldías, donde seguramente operarán para alcanzar el triunfo.

México requiere hoy más que nunca, que los partidos políticos ofrezcan compromiso social, valores ideológicos y proyecto de nación, para que la democracia encuentre en ellos una verdadera ruta democrática que nos conduzca a un futuro político más sólido y consistente

Hoy la sugerencia musical es Corazón Partido con el inmejorable Alejando Sanz

Google NEWS BBMNOTICIAS