Decisiones, ¿Que peones se sacrifican para salvar a la Reina? – José Antonio Estefan Garfias

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No cabe duda que la política y el ajedrez se parecen mucho, hay que conocer el tablero y saber cómo se mueven las piezas.

Una mala jugada, de entrada puede costarte el juego, hay que saber qué piezas se cuidan y cuáles se sacrifican.

Si el adversario es más fuerte y conocedor, la única manera que se tiene para ganar es jugar con mayor inteligencia, mesura, presión y agresividad.

El tiempo entre jugada y jugada es regla fundamental, un peón no vale lo mismo que un alfil y, una torre juega distinto que un caballo, hay que saberlo bien.

El valor de cada pieza se lo da el jugador, en función de la estrategia que se haya escogido para ganar el juego.

Recordar que la jugada de enroque es estratégica inesperada y peligrosa, y si se pierde a la reina hay manera de reponerla, pero solo regresa al tablero si otra pieza menor ocupa el lugar que el reglamento dicta y ganar con ella solo lo logras si tienes piezas determinantes para cuidarla, apoyarla y protegerla.

Curiosamente, en el ajedrez no se permiten las porras y los aplausos, el silencio es parte del juego, para no alterar a los jugadores.

Así estamos en el juego de selección de candidatos de Morena y sus aliados, a las posiciones de elección federal y local: jugando ajedrez.

La fuerza de la dirigencia nacional juega con la realidad de la visión local. Sin dejar de aceptar que el entorno local debe ser considerado y analizado conjuntamente arriba, abajo y de abajo hacia arriba.

Esto para no generar diferencias que pudiesen originar fracturas o rompimientos, que afecten el desempeño de autoridades locales afines al movimiento.

Sería irracional e inadecuado que las decisiones se tomasen de un solo lado y más, cuando hay una candidata a la presidencia que tiene que garantizarse ir acompañada por un congreso, que le ayude con una mayoría calificada para sacar adelante su estrategia de gobierno.

Desde la visión ajedrecista y analógicamente con la política. Creo que llegó el momento de definir qué piezas se sacrifican, cuáles no pueden ser negociables, todo para que en el tablero del otro juego, el de gobernar, las cosas se presenten bajo circunstancias positivas y favorables. Evitando las mínimas fisuras posibles y garantizando el buen desempeño.

Así se están definiendo las posiciones de los candidatos, hoy por hoy, como en un juego de ajedrez. Las circunstancias están cambiando momento a momento para tomar decisiones.

El equilibrio de las fuerzas, grupos, organizaciones o tribus como se les dice, debe ser determinante en esta tarea.

La relación entre lo federal y lo local, así como los compromisos de la candidata es otra.

La presencia de un precandidato perdedor de talla en el cierre de precampaña movió el tablero y las piezas.

La necesidad de fortalecer al gobierno local, con el respaldo de confiables en la cámara de diputados y en los municipios es una exigencia más.

La verdadera fortaleza de personajes y partidos aliados debe tomarse en cuenta también.

Y para los aspirantes, entender que no es momento para futurear a mediano y largo plazo, sino que, hoy en la inmediatez por ahora, toca apoyar la elección presidencial y la renovación de congresos federales y locales a favor de las causas del movimiento. Todo es cuestión de decidir.

También es verdad que, siempre a quienes les gusta jugar, siempre tendrán listo el tablero y la estrategia para el juego siguiente. Pero entendiendo que el tiempo y las circunstancias del juego de hoy, no serán las mismas que las de mañana.

Así pues, llegó el momento de definir qué peones, caballos, alfiles o torres hay que sacrificar para cuidar a la reina siempre. Y desde luego ganar el juego.

Yo no tengo duda que así será.

La sugerencia musical del día de hoy es: “Decisiónes” con Rubén Blades.

Analista y politólogo
*José Antonio Estefan Garfias

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