Cuernavaca.— La Fiscalía General del Estado avanza en las investigaciones para desarticular a una red delictiva dedicada a sustraer menores de edad con fines de trata de infantes. Los casos documentados tienen registro en Cuautla, municipio de la zona oriente del estado, donde está desaparecido un matrimonio de adolescentes con dos menores de edad.
Los agentes adscritos a la investigación también siguen una carpeta de investigación por el asesinato de una madre de familia y su hija de ocho años, cuyo objetivo fue arrebatarle al bebé de seis meses de edad.
El 6 de abril pasado los familiares de Said “N”, de 17 años, Cinthya “N”, de 15 años, y sus hijos Abdiel “N”, de 18 meses, y Cristian, de tres meses, reportaron su desaparición. Los autores del rapto, dicen los familiares de las víctimas, se aprovecharon de la pobreza del matrimonio adolescente porque en varias ocasiones compraron diversos artículos para los menores y ganar su confianza.
La presunta responsable de la desaparición de los adolescentes y sus hijos es descrita como una mujer de mediana edad, tez clara y cabello rubio. Conduce una camioneta color blanca y en ella sube a sus víctimas. De acuerdo con datos preliminares, la mujer integrante de la red de trata de infantes convenció a los adolescentes de subir a la camioneta con sus hijos porque conseguiría trabajo para ellos en Puebla.
Las investigaciones de la fiscalía región oriente arrojan que se trata de una red delictiva de alto nivel, con líneas de contacto en el extranjero. La última imagen de las víctimas fue captada en un video de vigilancia de la Bodega Aurrera, el 6 de abril, donde caminan al lado de la mujer y enseguida suben a una camioneta Chevrolet, color gris.
El pasado 4 de julio se presentó otro caso en el que la Policía Municipal de Jantetelco, limítrofe con el estado de Puebla, fue alertada sobre el hallazgo del cuerpo de una mujer adulta y una menor, de unos ocho años, en los campos “La Huizachera”, del poblado de Amayuca. Ambos cadáveres estaban envueltos en bolsas negras de plástico y atadas, además de que uno de ellos había sido cercenado.
La investigación forense concluyó que los cuerpos correspondían a Yucari Nayeli, de 33 años, y su hija Sofía, reportadas como desaparecidas dos días antes con la bebé Joshua, de siete meses. La fiscalía tiene vigente una ficha de búsqueda de Yoshua.
El esposo de Yucari dijo a la Policía de Investigación Criminal que la última vez que vio a su familia fue cerca de una sucursal del Banco Azteca. Yucari le contó que había conocido a una mujer interesada en comprar pulseras artesanales en el tianguis Siglo XXI, y tras acordar la venta a través de WhatsApp, Yucari fue citada por la mujer compradora frente a un local comercial. Una vez en el lugar, la presunta responsable llegó a bordo de una camioneta color gris y antes de permitir que Yucari y sus hijos subieran le pidió una copia de su credencial del INE.