El próximo 20 de este mes, por segunda ocasión toma posesión Donald Trump como presidente de los Estados Unidos de América. Con esto se avizora un fenómeno político económico que seguramente tendrá repercusión mundial.
Su personalidad autoritaria, arrogante, retadora e intimidante, con tintes ultra nacionalistas de un populismo de derecha, sin duda alguna, moverá conciencias de sus connacionales y generará un ambiente de incertidumbre, alerta y preocupación en el orden internacional.
A nuestro país le esperan escenarios algo complicados que exigirán mucha negociación diplomacia y construcción de acuerdos, manteniendo una posición firme, clara y soberana. Como se ha dicho por la Presidenta Sheinbaum. La posición nacional, es de coordinación, nunca de sumisión.
Pero veamos que propone Trump en su discurso y hasta donde puede hacerlo coincidir con los hechos que esperan de él en su país, mucho de su verborrea es atractiva para los ciudadanos estadounidenses, incluidos aquí, a los latinos que de muchas generaciones o de primera generación, piensan y
actúan como lo que realmente son, ciudadanos estadounidenses por derecho constitucional.
Ellos creen a pie juntillas, en recuperar la Grandeza de la América de antaño. Tanto económica como política e incluso bélicamente. Lo que es volver a ser por antonomasia el país hegemónico que dicta la conducción de los países de occidente y se enfrenta a aquellos que no coinciden ideológicamente con el pensamiento americano. O sea, los países socialistas y los que conforman el bloque árabe musulmán. Entre otros.
Pero analicemos punto por punto algunos temas discursivos de Trump. Y la posibilidad de cumplirlos en la praxis.
Primero. La política migratoria, basada en un muro fronterizo de contención y la deportación de cerca de
4.4 millones de migrantes ilegales, invertir en un muro no tiene problema, pero contener la migración o deportar migrantes para dejar a los ciudadanos estadounidenses los trabajos que por unos cuantos dólares hacen los que se pasan la frontera enfrentará un dilema.
¿Aceptarán esos trabajos? ¿Están dispuestos a trabajar por un salario por abajo del establecido legalmente?
¿Qué opinión tendrán los contratantes del campo estadounidense al estar obligados a pagar lo justo? ¿El impacto en los precios de los productos agrícolas
pueden elevarse al grado de no ser competitivos o impactar en una escalada inflacionaria?
Sin duda expulsará de su país a aquellos que, desde la visión jurídica, puedan ser calificados como delincuentes, pero difícilmente puede echar fuera a la mano de obra que contribuye a la riqueza nacional estadounidense.
Segundo. Una nueva política arancelaria dentro del T- MEC condicionada a que México frene y desaliente la migración. Aquí sí la posición puede ser real. No tanto por la migración sino, por la presencia de inversión y productos chinos en la cadena productiva de bienes que se exportan a Estados Unidos, que incluyen partes o componentes de ese origen. Esto exige una negociación comercial y diplomática para llegar a un acuerdo justo. Ya que, de darse, realmente esta condición se estaría afectando seriamente a la economía mexicana.
Tercero. La clasificación de la narco actividad como terrorismo y su combate frontal y directo. De enfrentarlo militarmente esté donde esté. Eso sí, implicaría una violación flagrante a la soberanía nacional. Aun cuando México tiene suscrito un acuerdo internacional en la materia y por tanto tiene validez como constitucional.
La verdad no creo que se llegue a esos extremos, pero sin duda obligará a nuestro país a establecer una estrategia más eficiente con mayor firmeza e inteligencia para combatir a la delincuencia organizada
Y Cuarto. Regresar a Michigan las plantas automotrices de marcas gringas instaladas hoy en México. Es solo un sueño guajiro. Resulta imposible en la práctica y en el tiempo esta política que solo durará los 4 años del mandato de Trump.
Pues ahí viene el anunciado Huracán. Así que a tomar previsiones. No solo en México, sino en el resto del mundo, donde desde ahora se analizan las políticas internas tanto económicas como bélicas para enfrentar los efectos de este, tan temido fenómeno político. Al tiempo… La sugerencia musical del día de hoy es: “Para la libertad”, con Joan Manuel Serrat y Rubén Blades.