Aprueba San Lázaro prohibir la venta de bebidas “energéticas” a menores de edad

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La Cámara de Diputados aprobó una reforma a la Ley General de Salud mediante la cual se prohíbe la venta de las llamadas bebidas “energéticas” a menores de edad, debido a los daños que puede generar en su salud, en particular cuando se toman en combinación con el alcohol.

Con el respaldo unánime de todas las bancadas, la propuesta fue aprobada por 401 votos en favor, con la inclusión de una reserva para precisar que la Secretaría de Salud (Ssa) podrá determinar qué sustancias y mezclas se pueden considerar como “energéticas”. La minuta será enviada al Senado para la continuación de su trámite legislativo.

La enmienda define a las bebidas “energéticas” como aquellas que contienen ingredientes como cafeína, taurina, glucuronolactona, vitaminas del complejo B y azúcar, además de otros compuestos sintéticos, y alerta sobre los riesgos sanitarios que éstas significan, especialmente para los niños y jóvenes, que se encuentran entre sus principales consumidores.

En un debate que sólo duró poco más de 45 minutos, los diferentes grupos parlamentarios subieron a tribuna para respaldar la iniciativa, mediante la cual se modifican los artículos 215, 216 y 419 de la Ley General de Salud.

El diputado Emiliano Álvarez López (Morena), secretario de la Comisión de Salud, resaltó que el interés superior de la niñez es un deber constitucional y moral, que obliga a poner su salud por encima de todo.

“Las bebidas energéticas se publicitan como inofensivas, pero esconden detrás de ellas una serie de riesgos que ponen en juego el desarrollo no solo físico, sino mental y emocional de las personas, contienen elevados niveles de azúcar, cafeína, entre otras sustancias estimulantes”, señaló.

Este fenómeno se agrava porque, expuso, el cuerpo y el cerebro de las niñas, niños y adolescentes no alcanzan su madurez, sino hasta la edad adulta, lo que los hace especialmente vulnerables a los efectos adversos de estos productos.

“La ciencia ya ha documentado que el consumo puede provocar alteraciones en el ritmo cardiaco, en la presión arterial, en el sueño y en la salud emocional, y también se asocia con el desarrollo de adiciones y con cambios de conducta que oscilan entre la euforia y la depresión, entre otros efectos como crisis de ansiedad, problemas de insomnio o trastornos en la concentración ya se observan en el ámbito escolar, familiar”, señaló.

Además, manifestó que, en los casos más graves la ingesta de estas bebidas en combinación con alcohol o actividad física intensa puede derivar en consecuencias fatales.

La emecista Amancay González Franco cuestionó el “enfermizo interés” de las empresas que producen dichas bebidas de abarcar más mercado “a costa del desarrollo de niños y jóvenes”, y alertó que de esta manera “quieren una sociedad de zombis, adictos y enfermos, ¿Qué queremos, vida o alas?”

Por su parte, Abigail Arredondo (PRI) lamentó que más del 43 por ciento de los consumidores de esos productos admiten mezclarlos con alcohol, al tiempo que advirtió que su consumo puede tener graves consecuencias de salud, entre ellas problemas cardiovasculares, híper estimulación del sistema nervioso, insomnio, ansiedad e incluso, “en casos extremos”, hasta muertes espontáneas.

Al igual que otros legisladores, la petista Margarita García agradeció que en la aprobación de estas iniciativas “se olvidan los colores” partidistas y añadió que las bebidas “energéticas”, además, ocultan los efectos de la intoxicación alcohólica, lo cual aumenta el riesgo de accidentes por parte de los consumidores.

José Luis Fernández (PVEM), por su parte, celebró que la aprobación de la iniciativa significa tomar decisiones “por encima de los intereses económicos y publicitarios” de las compañías productoras de estas bebidas.

Tras concluir la única ronda de intervenciones de las diferentes bancadas, subió a tribuna el coordinador de Morena, Ricardo Monreal, para proponer una reserva al dictamen –firmada junto con el panista Éctor Jaime Ramírez Barba–, mediante la cual se permitiría que la Ssa determine con exactitud qué sustancias y qué mezclas deben considerarse “energéticas”.

Asimismo, con el cambio a la iniciativa de Monreal se prevé que la Ssa “establecerá las diferentes categorías de bebidas energetizantes en la Norma Oficial Mexicana correspondiente, conforme a los estándares internacionales reconocidos, a fin de catalogar las que ameriten restricciones de consumo en determinadas poblaciones, alertas sanitarias específicas o restricciones para su publicidad o comercialización”.

Por otro lado, indica que “los establecimientos comerciales deberán verificar la mayoría de edad mediante identificación oficial válida antes de efectuar la venta” y las autoridades sanitarias y educativas “desarrollarán campañas informativas sobre los riesgos del consumo de bebidas energetizantes en menores y grupos vulnerables”.

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