Salina Cruz, Oaxaca. La tarde se volvió gris en el litoral oaxaqueño cuando el mar, silencioso testigo de todo, devolvió el cuerpo sin vida de Héctor L. E., un joven de apenas 18 años, vecino de la colonia Jesús Rasgado, quien había desaparecido el domingo en las aguas de Playa Azul.
Fue frente al núcleo rural de Playa Brasil, bajo el sol de media tarde, que pescadores locales divisaron el cuerpo flotando, como si el océano hubiese querido regresarlo a casa.
La comunidad, aún conmocionada, dio aviso inmediato al personal de la Marina, que desde horas antes patrullaba en una embarcación menor buscando alguna señal del muchacho.
A la escena llegaron también elementos de Protección Civil, encabezados por Mireya Soto Silvas, quienes se unieron al operativo desde un inicio.
Junto a ellos, con el rostro marcado por la angustia, los familiares de Héctor se acercaron al punto donde el mar lo había dejado.
Fue ahí, en la arena húmeda y bajo la mirada atónita de todos, donde confirmaron lo inevitable.
Lágrimas, abrazos y silencios llenaron el ambiente, mientras la tragedia se instalaba en la memoria colectiva de esta comunidad que hoy despide a uno de los suyos.