Corredor Interoceánico: Así es cómo la Línea k intregrará a Centroamérica

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El proyecto del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec continúa avanzando como una de las principales apuestas de desarrollo económico y conectividad regional del gobierno mexicano. En este contexto, la Línea K del Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec se perfila como un eje fundamental para fortalecer los lazos entre México y Centroamérica, especialmente con Guatemala.

La conexión transfronteriza a través de la Línea K fue uno de los temas centrales en una reciente reunión bilateral celebrada en Tapachula, Chiapas, entre autoridades de México y Guatemala. El objetivo principal de este encuentro fue definir los mecanismos de cooperación para facilitar la conexión ferroviaria entre ambos países y, con ello, impulsar el intercambio comercial, turístico y logístico en toda la región.

La Línea K, que actualmente se encuentra en proceso de rehabilitación, es un tramo ferroviario que va desde Ixtepec, en Oaxaca, hasta Ciudad Hidalgo, en Chiapas, frontera con Guatemala. Esta ruta es estratégica porque no solo conecta al sureste mexicano con el Corredor Interoceánico, sino que abre una puerta directa hacia Centroamérica, consolidando a México como un puente comercial entre el norte y el sur del continente.

Durante la reunión binacional, se acordó avanzar en la integración de una agenda conjunta de trabajo que permita establecer los términos de operación del ferrocarril en territorio guatemalteco, así como la modernización de los puntos de cruce fronterizo. También se habló de facilitar procesos aduaneros y de seguridad para garantizar un tránsito fluido y eficiente de mercancías.

La integración de la Línea K con Guatemala no solo traerá beneficios económicos, sino también sociales y culturales, al fomentar una mayor movilidad entre comunidades fronterizas. Asimismo, esta conexión fortalecerá la posición estratégica del Corredor Interoceánico como alternativa comercial frente a rutas marítimas tradicionales como el Canal de Panamá.

El proyecto es impulsado por el gobierno federal mexicano en coordinación con la Agencia Reguladora del Transporte Ferroviario, la Secretaría de Marina y autoridades estatales y municipales. Se espera que con la rehabilitación de esta línea férrea se genere una importante derrama económica, especialmente en los estados del sur-sureste como Oaxaca, Veracruz y Chiapas.

De concretarse esta integración con Guatemala, la Línea K se convertiría en el primer paso hacia una red ferroviaria regional que podría, en el futuro, extenderse hacia otros países de Centroamérica, fomentando la conectividad y el desarrollo compartido.

El Corredor Interoceánico y la Línea K representan una visión de futuro para una región históricamente rezagada, que ahora busca posicionarse como un eje logístico y comercial clave en el hemisferio.

Con información de Diario del Istmo

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