El fin de semana pasado, las aguas del Golfo de México se vieron afectadas por un derrame de hidrocarburo cristalizado de origen desconocido, lo que ha generado preocupación y pérdidas entre los pescadores de Tonalá.
Hasta el momento, Pemex no ha proporcionado detalles sobre la procedencia del material vertido, lo que ha llevado a la espera de la llegada de personal especializado para realizar las debidas tomas de muestras y análisis de laboratorio.
Ante la falta de información sobre la naturaleza del hidrocarburo vertido, los pescadores decidieron llevar a cabo sus actividades pesqueras durante este martes, sin embargo, a pesar de sus esfuerzos, la producción resultó notablemente baja.
Los pescadores han expresado su incertidumbre debido a que consideran que la presencia del crudo ahuyentó al cardumen, lo que los obliga a adentrarse en regiones más alejadas en busca de peces.
Esta situación les provoca un aumento en eltiempo de trabajo, un mayor consumo de gasolina y el incremento en el riesgo de sufrir un naufragio, ya que sus embarcaciones no cuentan con sistemas de geolocalización, por lo que solo de guían mediante la observación al horizonte.
Son alrededor de 400 pescadores afectados por la contaminación en la zona y quienes han hecho un llamado a Pemex para que asuma la responsabilidad de los daños ocasionados y proceda a indemnizarlos.
Consideran que la empresa petrolera debe hacerse cargo de los perjuicios causados a su fuente de sustento y a la salud del ecosistema marino.
Hasta el momento, las personas que realizan las artes de la pesca no han recibido una respuesta satisfactoria por parte de Pemex, lo que ha generado un creciente descontento entre la comunidad.
