Ante el aumento de migrantes, la Arquidiócesis Primada de México alertó sobre la saturación de los espacios de acogida que hay en la CDMX, pues cientos de personas se encuentren en situación de calle, y con ello, en situación de vulnerabilidad. “El Episcopado Mexicano denuncia la difícil situación por la que atraviesan las personas migrantes y refugiadas en nuestro país, viviendo un verdadero viacrucis y calvario, pues son víctimas de delitos, amenazas, extorsiones y violaciones a sus derechos humanos”, expresó.
En un comunicado, explicaron que están coordinándose con la academia, organizaciones de la sociedad civil y agencias humanitarias para hacer valer gestiones en beneficio de migrantes y refugiados. En tanto, la iglesia católica dejó en claro que los refugios del gobierno forman parte de la solución del problema, sin embargo, no de los problemas que las migraciones forzadas.
Por su parte, la secretaria de Relaciones Exteriores, Alicia Bárcena, rechazó que se esté retornado de manera obligatoria a estados del sur de México a migrantes que transitan por el país rumbo a Estado Unidfos, luego de los operativos de “rescate” en este fin de semana que se hicieron para trasladar 246 personas provenientes de Centroamérica, Venezuela y Haití que permanecían en la Ciudad de México.
En la mañanera, en Cajeme, Sonora, la canciller Bárcena expuso que México tiene 52 estaciones migrantes y las nuevas acciones del gobierno, que coordinan con la Secretaria de Gobernación, son parte de una estrategia nacional de migración. “Muchos de estos migrantes estaban concentrados en la Ciudad de México y han pedido, ellos mismos, han pedido que se les dé paso a poder irse a otras partes del territorio nacional.
Entonces, cuando se habla de dispersión, se habla de que se les está llevando a otros lugares donde puedan estar mejor atendidos y no todos concentrados en un sólo lugar”, dijo la Secretaria de Relaciones Exteriores.
